El pasado domingo, 11 de abril, se celebró el Día Mundial del Párkinson. Desde Prefiero en Casa queremos dar visibilidad a esta enfermedad que afecta a tantas familias en nuestro país, y luchamos para que tengan los mejores cuidados con personas formadas y especializadas en geriatría y dependencia. Por ello, queremos ayudaros un poco mejor a entender qué es la Enfermedad de Párkinson con el siguiente artículo.
ENFERMEDAD DE PÁRKINSON
Desde Prefiero en Casa, recomendamos que tanto la persona con párkinson, como sus familiares y cuidadores o cuidadoras, conozcan la enfermedad y así puedan contar con las herramientas que necesitan para afrontarla. Por ello, en este artículo queremos hablar sobre esta enfermedad y cómo podemos afrontarla.
¿Qué es la enfermedad de Párkinson? Es un trastorno neurodegenerativo, que afecta progresivamente al sistema nervioso. Aún no se conoce la causa, pero sí que se ve afectado por la edad, por factores genéticos y medioambientales.
Esta enfermedad es un trastorno del movimiento que es, junto con el alzheimer, de las más prevalentes en nuestro país. En España, más de 160.000 familias conviven con esta enfermedad según la Federación Española de Párkinson.
Los signos y síntomas de esta enfermedad comienzan gradualmente y son diferentes en cada persona. Entre los mismos podemos encontrarnos más comúnmente con lentitud de movimientos, temblores estando en reposo, rigidez muscular y/o inestabilidad postural. Además, también son comunes otros síntomas no motores como los neuropsiquiátricos (trastornos afectivos, alteraciones cognitivas o demencia), los trastornos del sueño, los autonómicos (como sudoración o alteraciones de la micción), trastornos digestivos, sensoriales (como dolor o alteraciones visuales) y otros síntomas como la fatiga o la pérdida de peso.
En cuanto al tratamiento, esta enfermedad es diferente en cada persona, por lo que debe ajustarse según sus propias necesidades. Actualmente, no se puede curar el párkinson, pero la medicación (tratamiento farmacológico), trata de mejorar los síntomas y calidad de vida de la persona afectada. En ocasiones, cuando los síntomas motores no responden a la medicación, se hace uso de un tratamiento quirúrgico como la estimulación cerebral profunda. También se hace uso de terapias avanzadas con infusión intestinal continua de Levodopa-Carbidopa o infusión continua subcutánea de apomorfina. Otros tratamientos no farmacológicos muy importantes son el de fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, y psicología, de forma combinada y multidisciplinar. Con ello, se trata de que la persona adquiera una mayor autonomía e independencia y que pueda afrontar las dificultades derivadas de su enfermedad.
Aunque afecta principalmente a personas mayores de 50 años, también puede aparecer antes, conociéndose como Enfermedad de Párkinson de Inicio Temprano. El párkinson es una enfermedad progresiva, en la cual la persona pasa por diferentes estadios, desde el I al V, pasando por una afectación unilateral hasta llegar a una afectación severa y de alta dependencia. Cuando han pasado de 5 a 8 años desde el inicio de la enfermedad, se considera que se llega a una Enfermedad de Párkinson Avanzada, con síntomas como: complicaciones motoras, trastornos cognitivos y del estado de ánimo y trastornos del sueño que no responden adecuadamente al tratamiento farmacológico.
Todos estos síntomas que se van agravando con los años, hace que vaya aumentando el nivel de dependencia y disminuya la calidad de vida de estas personas y la de sus familiares. Por ello, es indispensable observar los cambios que se van produciendo e identificar nuevos síntomas. Se recomienda llevar un seguimiento a través de un diario donde se recoja la información necesaria para comunicárselo a los y las profesionales sanitarios.
A la hora de afrontar esta enfermedad, desde Prefiero en Casa, creemos que es importante centrarse en el presente, y ayudar a las personas a permanecer en sus hogares, realizando las actividades que siempre hizo y en comenzar a recibir terapias de rehabilitación, de manera que pueda mejorar y mantener su calidad de vida el mayor tiempo posible. Además, es importante tener en cuenta una serie de cuidados, como la alimentación, el ocio, la vida social y laboral de estas personas, para que no terminen aislándose y deteriorándose más rápidamente.