En Prefiero en Casa, trabajamos día tras día para dignificar el sector de los cuidados y el sector de la dependencia. Apoyamos la autonomía personal y dependencia. Creemos en el respeto a la diferencia y a la autonomía individual. Aceptamos la discapacidad como parte de la diversidad y la condición humana, y creemos en la igualdad de oportunidades. Por ello, apostamos por una atención domiciliaria de calidad, que ayude a respetar los deseos y la libertad de estas personas de seguir en sus domicilios, a la vez que reciben los cuidados adecuados y se fomenta su autonomía personal e independencia.

AUTONOMÍA PERSONAL Y DEPENDENCIA

La importancia de la asistencia a domicilio de calidad

Gracias a los avances médicos y la evolución del estado de bienestar, ha aumentado notablemente esperanza de vida en España. Pero, con ello, también ha aumentado la dependencia y el número de personas con discapacidad.

Este último año, la crisis sociosanitaria del coronavirus ha dejado en evidencia la enorme vulnerabilidad a la que están sometidas las personas mayores y en situación de dependencia.  El 95,4% de las personas fallecidas en España por coronavirus, eran mayores de 60 años, por lo que la atención a las personas mayores y en situación de dependencia es uno de los principales retos de la sociedad actual. Es bien sabido, que las personas en situación de dependencia buscan quedarse en sus domicilios el mayor tiempo posible, antes que tener que recurrir a las residencias y centros institucionalizados. Además, lamentablemente, este último año 2020 hemos podido ver cómo han sido uno de los lugares más castigados por el COVID19, con una incidencia altísima de casos y fallecimientos. Para estas personas, y para sus familias, esto ha supuesto un duro golpe y ha incrementado mucho la preocupación e incertidumbre sobre cómo ayudar mejor y aumentar la calidad de vida de sus seres queridos.

En la sociedad actual, existen dos ideas sobre la vejez y la dependencia: una que habla del déficit y otra que nos habla del desarrollo. Está en nuestras manos ver la vejez y la dependencia como sinónimo de pérdida, declive, deterioro, enfermedad o inactividad, como hemos venido haciendo hasta ahora, o entenderla como una forma de vida llena de posibilidades, superación, disfrute y capacidad de desarrollo.

La asistencia a domicilio ayuda a que las personas dependientes, puedan seguir sus rutinas y actividades en sus propios hogares, de forma que puedan comer, desplazarse, conducir, trabajar, lavarse, limpiar la casa, relacionarse…  y así mantener su autonomía dentro de su propio entorno y reducir con ello la institucionalización en centros. Cuanto mayor sea la autonomía personal de una persona, menor será el nivel de dependencia. Pero ¿qué es exactamente la autonomía personal?  Es básicamente la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias, así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria.

Por lo tanto, si queremos apoyar a alguien en situación de dependencia para desarrollar su autonomía personal, debemos ayudarle a ser una persona autónoma en el medio habitual todo el tiempo que se desee y sea posible, además de darle un trato digno y ayudarle a incorporarse activamente en la vida de la comunidad.  Relacionado con este concepto, nos encontramos con otro llamado “envejecimiento activo” para personas mayores. Tener un envejecimiento activo, es hacer tareas que produzcan placer y desarrollo intelectual y social, que ayuden a superar el aburrimiento, la rutina, y el aislamiento, tan característicos en la etapa de la vejez. Por ello, podemos enriquecer las vidas de las personas mayores con actividades de desarrollo físico, deportivas, turísticas, formativo-culturales, de dinámica ocupacional, de memoria colectiva, recreativas, al aire libre, sociales y convivenciales. ¡Hay tantas posibilidades!

Debemos promover un envejecimiento activo y saludable en todas las personas mayores y atender a personas en situación de dependencia para que alcancen una vida lo más independiente posible. Las personas mayores y las personas con diversidad funcional o con algún tipo de discapacidad, también necesitan ejercer su capacidad de elección como seres humanos plenos, y, para ello, la autonomía ayuda a poder controlar y decidir sobre sus propias vidas.

Mayores paseando por el campo