En el cuidado de personas mayores, solemos pensar primero en necesidades físicas: aseo, alimentación, medicación… Pero existe un pilar fundamental que a veces pasa desapercibido: el acompañamiento emocional en el cuidado de mayores. Este aspecto es tan esencial como los cuidados médicos o la atención doméstica, y tiene un impacto directo en el bienestar, la salud mental y la calidad de vida de las personas mayores.

¿Qué entendemos por acompañamiento emocional en el cuidado de mayores?

El acompañamiento emocional consiste en estar presente de forma activa y empática en la vida del mayor. No se trata solo de hacer compañía, sino de escuchar, comprender, generar vínculos y ofrecer un entorno afectivo seguro. Es establecer una conexión humana que dé sentido y valor a su día a día.

¿Por qué es tan importante?

A medida que envejecemos, nuestras redes sociales se reducen: fallecimientos, jubilación, movilidad limitada… Todo esto puede dar lugar a soledad no deseada, uno de los mayores factores de riesgo para la salud emocional y física en la vejez. Algunos efectos de una falta de apoyo emocional incluyen:

  • Depresión o tristeza crónica.
  • Ansiedad, insomnio o falta de apetito.
  • Mayor deterioro cognitivo.
  • Disminución de la autoestima.
  • Aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.

Por el contrario, cuando una persona mayor se siente escuchada, comprendida y querida, mejora su estado de ánimo, colabora más activamente con los cuidados y mantiene un mayor grado de autonomía.

El papel de los cuidadores y cuidadoras

Los cuidadores no solo deben prestar apoyo físico, sino convertirse también en referentes emocionales, dentro de los límites de su rol profesional. Algunas claves para fomentar ese acompañamiento emocional en el día a día son:

  1. Escuchar sin juzgar

Permitir que la persona mayor exprese sus recuerdos, emociones o temores. A veces solo quieren hablar. La escucha activa genera confianza.

  1. Estimular la conversación

Plantear preguntas abiertas, hablar sobre noticias, recordar momentos familiares, interesarse por sus gustos… Todo ayuda a que se sientan conectados.

  1. Respetar sus tiempos y decisiones

Evitar el infantilismo. Hay que mantener su dignidad, su voz, su autonomía.

  1. Detectar señales de alerta

Cambios de humor, falta de interés, aislamiento repentino… pueden ser signos de alerta de un malestar emocional que requiere atención especializada.

  1. Acompañar desde la empatía

La presencia afectuosa, una sonrisa, una mano sobre el hombro. Pequeños gestos que dicen mucho sin necesidad de palabras.

El entorno familiar también es clave

Los familiares siguen siendo una parte fundamental del bienestar emocional, incluso cuando hay un cuidador profesional en casa. Mantener una buena comunicación, realizar visitas frecuentes, involucrarse en decisiones, recordar fechas importantes… Todo esto refuerza los lazos afectivos.

Además, incluir al mayor en las actividades familiares, adaptadas a su capacidad, fomenta su autoestima y reduce la sensación de ser una carga.

Actividades que refuerzan el acompañamiento emocional

Incorporar actividades sencillas y significativas al cuidado diario puede mejorar notablemente el estado anímico de la persona mayor. Algunas ideas:

  • Juegos de mesa o memoria para estimular la mente.
  • Paseos cortos en el barrio.
  • Escuchar música de su época o cantar juntos.
  • Álbumes de fotos y recuerdos familiares.
  • Manualidades sencillas o jardinería.
  • Lectura compartida o escritura de cartas.

Estas actividades pueden ser una forma de reconectar con su historia personal y con los demás.

Cuidar también el bienestar emocional del cuidador

El acompañamiento emocional es una tarea exigente. Requiere energía, paciencia y sensibilidad. Por eso, es importante que los cuidadores también cuenten con apoyo y descanso. Un cuidador emocionalmente agotado no podrá brindar el mismo nivel de atención afectiva.

Promover turnos de descanso, formación continua y espacios para compartir experiencias entre cuidadores ayuda a evitar el desgaste y el síndrome del cuidador quemado. Puedes conocer aquí los requisitos de nuestros cuidadores.

 

Trabajamos para garantizar el bienestar de tus seres queridos en cualquier situación. El objetivo no es solo vivir más, sino vivir mejor, y eso solo se consigue cuando el corazón también se siente cuidado.

 

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