A medida que envejecemos, el cuerpo cambia, los músculos pierden fuerza, las articulaciones se vuelven más rígidas y es más fácil caer en el sedentarismo. Sin embargo, lejos de ser una excusa para la inactividad, estos cambios hacen que el ejercicio físico regular y los paseos adaptados sean más importantes que nunca.
En este artículo te explicamos por qué el movimiento es fundamental en la tercera edad, qué tipo de ejercicio puede realizar una persona mayor y cómo los paseos diarios no solo fortalecen el cuerpo, sino también el corazón, la mente y las emociones.
Moverse en la tercera edad: más importante de lo que parece
El ejercicio físico no es solo para los jóvenes o los deportistas. En el caso de las personas mayores, el movimiento es salud, autonomía y prevención. Incluso actividades suaves como caminar unos minutos al día pueden marcar una diferencia significativa en la calidad de vida.
El cuerpo humano está hecho para moverse. Cuando dejamos de hacerlo, no solo perdemos masa muscular: también se ve afectado el equilibrio, la circulación, la capacidad respiratoria, el estado de ánimo y la función cognitiva.
Aunque no todas las personas mayores pueden hacer el mismo tipo de ejercicio, casi todas pueden hacer algo. Y ese «algo», por pequeño que sea, es mejor que nada.
Beneficios del ejercicio físico en personas mayores
Los estudios médicos y científicos han confirmado una y otra vez los beneficios del ejercicio físico en la tercera edad. Aquí te resumimos los más importantes:
Mejora la movilidad y la fuerza
El ejercicio regular mantiene los músculos activos, fortalece las piernas, mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas.
Previene enfermedades
La actividad física ayuda a prevenir o controlar enfermedades como la hipertensión, diabetes tipo 2, colesterol alto, artritis y osteoporosis.
Estimula el sistema inmunológico
Mover el cuerpo de forma moderada y regular fortalece las defensas naturales, lo que es fundamental en personas mayores.
Favorece la salud mental y emocional
El ejercicio libera endorfinas, combate la ansiedad y la depresión, y mejora la autoestima y el estado de ánimo.
Estimula el cerebro
El movimiento aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y mejorar la memoria.
Mejora el sueño y el descanso
Una caminata diaria puede ser la mejor medicina natural contra el insomnio o el sueño poco reparador.
Fomenta la independencia
Cuanto más activa se mantiene una persona mayor, más tiempo podrá valerse por sí misma en las actividades básicas del día a día.
Los paseos: el mejor ejercicio para casi todos
Caminar es una de las actividades físicas más completas y accesibles para las personas mayores. No requiere equipamiento especial, se puede adaptar a cada nivel físico y tiene un impacto muy positivo tanto físico como emocional.
Pasear, además de ser un ejercicio de bajo impacto, es una actividad que:
- Permite respirar aire fresco y cambiar de entorno.
- Ayuda a mantener el ritmo del día y combatir el aislamiento.
- Estimula la conversación, si se hace acompañado.
- Mejora la digestión si se realiza después de las comidas.
- Permite conectar con el presente: mirar árboles, escuchar pájaros, sentir el sol.
Incluso para personas con movilidad reducida, salir con bastón, andador o en silla de ruedas puede ser beneficioso, si las condiciones lo permiten y con supervisión.
¿Qué tipo de ejercicio puede hacer una persona mayor?
El tipo y la intensidad del ejercicio deben adaptarse a la condición física y de salud de cada persona. Antes de iniciar cualquier rutina, es recomendable consultar con el médico o fisioterapeuta.
Algunas actividades seguras y recomendadas son:
- Paseos diarios de 15 a 30 minutos.
- Ejercicios de movilidad articular (girar tobillos, hombros, cuello).
- Ejercicios suaves de fuerza con el propio peso (levantarse de la silla, subir escalones).
- Estiramientos para evitar rigidez muscular.
- Actividades como taichí, yoga para mayores o gimnasia adaptada.
- Ejercicios en silla para personas con movilidad limitada.
Lo más importante no es hacer mucho, sino hacer algo todos los días. La constancia es la clave.
¿Qué tener en cuenta antes de salir a pasear?
Aunque caminar es muy beneficioso, hay ciertos aspectos que se deben tener en cuenta para hacerlo con seguridad:
- Elegir horas adecuadas, evitando el calor extremo (en verano) o el frío intenso (en invierno).
- Usar calzado cómodo y antideslizante.
- Hidratarse antes y después del paseo.
- Llevar ropa adecuada y protección solar si es necesario.
- Evitar zonas con obstáculos o pendientes pronunciadas.
- No salir solo si hay riesgo de desorientación o caídas.
En Prefiero en Casa, nuestros cuidadores incluyen los paseos como parte del acompañamiento diario, siempre adaptados al estado físico de cada persona, y asegurando que se realicen en entornos seguros, tranquilos y agradables.
Barreras comunes para hacer ejercicio… y cómo superarlas
Muchas personas mayores (o sus familias) sienten miedo o inseguridad al pensar en hacer ejercicio. Estas son algunas de las objeciones más comunes y cómo responder a ellas:
«Estoy demasiado mayor para hacer ejercicio»
Nunca se es demasiado mayor para moverse. Incluso mover los brazos desde una silla ya es un buen comienzo.
«Me da miedo caerme»
Justamente el ejercicio regular mejora el equilibrio y previene caídas. Siempre se puede empezar con ejercicios en casa o con ayuda profesional.
«Estoy muy cansado»
El sedentarismo genera más cansancio. Moverse poco a poco genera energía, no la quita.
«Estoy solo y no sé por dónde empezar»
Con ayuda de un cuidador o acompañante, todo es más fácil. En Prefiero en Casa fomentamos que el ejercicio sea también una oportunidad para socializar.
Ejercicio físico y acompañamiento emocional: el binomio perfecto
El movimiento físico es aún más valioso cuando va de la mano de un acompañamiento emocional. Una persona mayor que se siente motivada, comprendida y respetada tendrá más ganas de levantarse, salir, respirar y caminar.
En Prefiero en Casa creemos que cuidar a una persona mayor no es solo ofrecerle ayuda física. También es estar ahí, escucharla, invitarla a moverse, compartir una rutina, un paseo, una charla. Porque cada paso, por pequeño que sea, puede cambiar su día.
Moverse es vivir. Y en la tercera edad, el ejercicio físico y los paseos diarios son una medicina natural, gratuita y sin efectos secundarios. Son una forma de cuidar el cuerpo, pero también la mente y el corazón.
Si cuidas de una persona mayor, anímala a moverse cada día, dentro de sus posibilidades. Y si necesitas apoyo para hacerlo de forma segura, profesional y cercana, en Prefiero en Casa estamos para ayudarte.
Ofrecemos servicios de ayuda a domicilio en la Comunidad de Madrid, con cuidadores que combinan atención física, emocional y acompañamiento activo.
Contáctanos hoy y descubre cómo podemos mejorar la calidad de vida de tu ser querido… paso a paso.